La intuición: una gran aliada.

Si prefieres oírlo, escucha el podcast de COPE Alicante a partir del minuto 39:30.

Siempre se habla de intuición, pero realmente nunca se explica lo que es, cómo funciona y para qué sirve. En este post voy a intentar desvelarlo.

En primera instancia va mi opinión forjada desde la experiencia profesional y vital…

La intuición es el inconsciente procesando datos a toda velocidad.

Si tenemos en cuenta que el inconsciente procesa el 97% de nuestra actividad diaria, la intuición, por lógica, no puede ser otra cosa.

Pero también te voy a contar definiciones formales y definiciones científicas.

La RAE nos dice que es la facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento.

La Wikipedia se extiende un poco más y nos indica que es un concepto de la teoría del conocimiento que describe el conocimiento que es directo e inmediato, sin intervención de la deducción o del razonamiento, siendo considerado como evidente. Un poco más relioso que la RAE, la verdad.

Alude, además a que en la Edad Moderna, la intuición ha sido estudiada por los racionalistas, los espiritas, Kant, el criticismo y la fenomenología. Toma ya!!

Lo más importante que nos cuenta la Wikipedia es que viene del latín y significa mirar hacia dentro o contemplar. Curioso, no??

Y en la actualidad, qué se sabe sobre la intuición??

He encontrado un artículo muy interesante en El País, de noviembre de 2010 que se titula ¿Podemos fiarnos de la intuición?

El artículo comienza poniendo un ejemplo muy interesante: qué harías si fueras al médico con una serie de síntomas que nos hacen preocuparnos y te dieran la opción de que pudieras meter los datos en un potente ordenador para saber el diagnóstico final o contar con la opinión de un médico especialista. ¿Qué elegirías? Probablemente, el ordenador utiliza la mejor lógica del mundo, pero la experiencia y el knowhow del médico, unido a su empatía hacia las personas, nos haría, a casi todos, decantarnos por él.

Según el señor Hogarth, existen dos tipos de intuiciones. Las de los juicios intuitivos retrospectivos, como la de elegir al médico en lugar de al ordenador. Y el otro tipo serían las predicciones. En base a nuestra experiencia podemos deducir qué puede pasar en el futuro cuando ya hemos pasado varias veces por ese camino. Por ejemplo, en un trayecto en coche que haces a diario, casi puedes predecir en qué momento se va a poner un semáforo en rojo.

¿Podríamos decir, entonces, que la intuición y el sexto sentido es lo mismo?

Más o menos sí.

Einstein fue un defensor de la intuición, manifestándolo, además, abiertamente: ‘La única cosa realmente valiosa es la intuición.’ En una entrevista realizada en 1930 explicó que intuía que su teoría de la relatividad era cierta y por ello no se extrañó cuando otros científicos la comprobaron científicamente.

La evolución científica siempre ha estado guiada por ese sexto sentido de los investigadores.

¿Y cómo relacionamos la intuición con la toma de decisiones?

Bien, si la mayoría de las decisiones que tomamos al cabo del día (desde las decisiones más triviales hasta la más compleja) son inconscientes, la intuición tiene mucho poder en este tema. Y es que ahora sabemos que las decisiones instintivas son muy eficaces, en la mayoría de los casos, mucho más que una decisión racional.

En concreto, son atajos de nuestro cerebro para ser más eficaz.

Si yo pregunto aquí qué ciudad es más poblada, Detroit o Milwaukee, la mayoría de la población no norteamericana contestaría que la primera porque es la más conocida fuera de sus fronteras. En este sentido, la ignorancia parcial es, a veces, una ventaja porque cuando existen múltiples opciones las decisiones se tornan más complicadas que cuando hay pocas opciones para decidir.

La intuición sólo escoge una o dos razones para tomar una decisión. Y eso suele ser más acertado.

De hecho, tal y como he comentado, cuando hay múltiples opciones para elegir, esto puede ser una fuente de conflicto. Es mejor una razón y poderosa, basada en el conocimiento prevío.

¿Y la intuición siempre funciona?

Como hemos dicho, la intuición es el procesamiento de datos inconscientes a toda velocidad. Por tanto, si cruzamos datos verdaderos, nos aportará un resultado verdadero, pero si los datos que cruzamos son falsos, pues podremos tener un resultado no deseado.

Vamos que la intuición es más poderosa cuanta más experiencia tengas sobre un tema. Por ejemplo, tú podrás ser una persona muy intuitiva con respecto a los medios de comunicación. Una madre de familia numerosa será más intuitiva con respecto a los hijos que una madre con un hijo único. Y así sucesivamente.

Esto es como lo del éxito, cuanto más entrenas, más posibilidades tendrás de ganar.

Entonces… ¿la intuición puede entrenarse?

Clarísimamente sí. De hecho, en nuestros programas de certificación en Coaching trabajamos mucho con el desarrollo de la intuición en los alumnos. Para poder acompañar mejor a los clientes.

La meditación, por ejemplo, es una vía de entrenar la intuición. Existe un congreso que se llama ‘Congreso para la mente y la vida’ en el que participa muy activamente el dalai lama y en el que se reúnen eminencias de todos los ámbitos, en el que en una ocasión se habló sobre el cerebro y el dalai lama ‘prestó’ a sus lamas para un experimento sobre la meditación y el desarrollo de los lóbulos prefrontales que son los centros de decisiones cerebrales… Se comprobó, tras el experimento, que las personas que dedican horas diarias a la meditación los tienen más desarrollados que el resto. Por tanto, existen formas de entrenar la intuición.

Hoy traigo un vídeo…

Y tú… ¿cómo desarrollas tu intuición?