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07 Ene 2015
Cumplir Propósitos - Google Images

Cumplir propósitos…

Cada nuevo año solemos haber dejado hecho, de una manera u otra, una revisión del año anterior y empezamos con ganas de hacer cosas nuevas y con nuevos propósitos. Pero.. ¿cuánto nos duran esas ganas? ¿Podemos hacer algo para que esas ganas de nuevos propósitos se mantengan en el tiempo?

¿Qué hay que hacer, realmente, para poder llegar a cumplir los propósitos que nos hacemos?

Bien, lo primero de todo, es pensar que cumplir propósitos es algo personal, algo interno.

Los propósitos no se centran en lo que quieren otras personas, sino en lo que queremos nosotros. De alguna manera, se trata de cumplir nuestros sueños.

Cumplir Propósitos - Google Images

Por tanto, debemos tener claro que los propósitos que nos establezcamos sólo deben necesitar de nosotros mismos para poderlos llevar a cabo. Si completar nuestro propósito depende de alguien más, es muy probable que no se llegue a cumplir, así que debemos replantearnos su definición.

¿Qué nos aleja de los propósitos?

Claramente, nuestros hábitos del pasado. Los hábitos funcionan en automático dentro de nuestro cerebro y nos llevan a la tendencia de seguir haciendo las cosas de la misma manera.

Por tanto, los hábitos son los grandes saboteadores de nuestros buenos propósitos.

Imaginemos, por ejemplo, que como cada año nos planteamos como propósito llevar una vida más sana y eso implica ir al gimnasio, comer de manera más saludable y otras cuestiones.

Y realmente empezamos a hacerlo… Las primeras semanas ponemos toda la atención en ello y vamos los días previstos al gimnasio, comemos más verduras que grasas, en definitiva, ponemos nuestro foco en llevar una vida más saludable. Como estamos pendientes de ello, lo hacemos sin problema.

Pero pasan unas semanas y dejamos de prestarle atención a nuestra salud. En las dos siguientes semanas estaremos haciendo lo mismo que antes de terminar el año, es decir, comer mal, no hacer ejercicio, etc…

En cuanto dejamos de prestarle atención a algo, el viejo hábito se pone en funcionamiento y comenzamos a hacer las cosas de la misma manera que antes.

Nos acabamos de cargar nuestros buenos propósitos de Año Nuevo.

Otro ejemplo… respecto a mi ocupación profesional, voy a ser más organizada. Y comienzo a llevar un control de todas mis tareas diarias…. Mientras pongo el foco en ese control y lo hago, el propósito se estará cumpliendo… En cuanto dejo de poner el foco en la supervisión de mi organización, volveré a los viejos hábitos…

Entonces, ¿qué hay que hacer para vencer esos viejos hábitos que nos impiden conseguir nuestros propósitos?

Tirar de perseverancia!!!

La perseverancia es el esfuerzo continuado. Por tanto, si yo me esfuerzo en poner el foco en aquello que quiero cambiar y hago uso de mi perseverancia hasta que lo consiga, entonces, mis propósitos tienen grandes probabilidades de llegarse a cumplir.

Cuando tenemos un hábito y queremos cambiarlo, hemos de repetir lo nuevo que queremos conseguir el número suficiente de veces como para que se convierta en un nuevo hábito.

Una vez que hemos hecho el esfuerzo y hemos desarrollado un nuevo hábito, vamos a cumplir nuestros propósitos sin problemas.

La parte dura está en eso de ‘repetir lo nuevo el número suficiente de veces’. En este paso es donde, todos y me incluyo, solemos fallar, en que lo repetimos demasiado poco y no le damos tiempo a que se produzca el cambio dentro de nuestro cerebro.

¿Alguna herramienta más para conseguir nuestros propósitos?

Tratar a los propósitos como objetivos nos puede ayudar mucho.

Pensar en si es viable para nosotros, en cuánto tiempo podemos conseguirlo (para no ponernos nerviosos), establecer indicadores de medición durante el período en el que estoy realizando mi propósito…

Y si el propósito es muy grande, podemos partirlo en pequeñas porciones que nos resulte más fácil cumplir y utilizar esos pequeños retos como indicadores de medición del avance del cumplimiento del propósito.

Querer es poder y debemos levantarnos todos los días con la idea de que queremos conseguir lo que nos hemos propuesto…

Una última sugerencia…

Que el propósito te apasione… porque ya hemos comentado en otras ocasiones que cuando sientes pasión por lo que haces, es mucho más fácil vencer los viejos hábitos. Ponerse, mentalmente, en la situación de haber conseguido lo que deseamos funciona porque el resultado imaginado te motiva a conseguir lo que te has propuesto.

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

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