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03 Dic 2014
Buena o mala suerte - Google Images

¿Tenemos buena o mala suerte?

Muchas veces en la vida hablamos acerca de la suerte… Pero… ¿podemos decir que tenemos buena o mala suerte? ¿La suerte depende de nosotros o de factores ajenos a nosotros?

Comencemos por la definición de suerte….

Podemos definir la suerte como un encadenamiento de sucesos que es considerado como casual o fortuito. Un evento que ocurre más allá de nuestro control.

Estos hechos fortuitos pueden ser afortunados o desafortunados, lo que comúnmente denominamos ‘temer buena o mala suerte’.

Buena o mala suerte - Google Images

¿Las personas tenemos suerte (buena o mala)?

Ciertamente, las personas podemos tener buena o mala suerte. Y esta ‘suerte’ puede corresponder a, más o menos, un 10% de las circunstancias que nos acontecen en nuestra vida. Ese 10% es fortuito. Por ejemplo, las personas que se salvaron del accidente en las torres gemelas. Eso es buena suerte. Por ejemplo, que se muera tu padre de repente. Eso es mala suerte.

El 90% restante de nuestra buena o mala suerte depende más de nosotros que de cuestiones fortuitas. Depende más de la actitud que tengamos ante la vida. Depende más de cómo interpretemos nuestras circunstancias y nos sepamos adaptar a ellas.

El 90% de las cosas que acontecen en nuestra vida son efectos de una causa, no producto de la mala suerte.

Además, aquello que nos puede parecer mala suerte en un momento determinado, puede desencadenar otras situaciones que nos parezcan buena suerte y circunstancias que pueden parecer como buena suerte en un momento determinado, pueden provocar circunstancias consideradas como de mala suerte.

Así nos lo indica la historia sobre un campesino chino, cuyo vídeo dejo hoy, más abajo, en este post.

¿Qué factores contribuyen a tener buena suerte?

Actitudes como…

  • el esfuerzo
  • la perseverancia
  • la creatividad para buscar nuevos caminos
  • la flexibilidad para corregir o cambiar los aspectos que nos limitan
  • la apertura mental para ver nuevas posibilidades
  • la relajación que nos permite percibir nuevas oportunidades
  • la autoconfianza
  • la actitud positiva que ve soluciones, en lugar de problemas

¿Y qué factores contribuyen a tener mala suerte?

Actitudes como:

  • el pesimismo
  • esperar a que las cosas sucedan, en lugar de provocarlas, es decir, ser víctimas de la situación
  • culpar a los demás de nuestros propios errores, actitud con la que hacemos responsables a los demás de nuestra felicidad y nos convertimos en personas ‘impotentes’ ante las circunstancias
  • fabricar excusas para todas las circunstancias, por lo que dejamos de enfocarnos en las soluciones para poder avanzar
  • la impulsividad excesiva
  • ser demasiado autocrítico, lo que nos evita pasar a la acción por miedo a equivocarnos
  • el estrés anticipatorio, que nos lleva a ponernos en situaciones que, de tanto pensar en ellas, podemos convertirlas en la profecía autocumplida

¿Podemos cambiar nuestra suerte?

En las clases de la Escuela de la Fortuna fundada por el doctor Wiseman de la Universidad de Herfordshire se aprende que uno es el dueño de su propia suerte y que, a diferencia de lo que mucha gente cree, las personas no nacen afortunadas o desafortunadas.

En esta escuela se enseña que quienes piensan que no hay nada que hacer para remediar la fortuna de cada uno, están equivocados, que no es posible influir en la suerte con talismanes o sortilegios, sino con una mejor predisposición ante la vida. Y que nada ni nadie controla la fortuna de los demás…

Wiseman pensó que lo aprendido durante sus diez años de investigaciones, podría ser utilizado por la gente para incrementar su propia ‘cantidad de suerte’.

En esta escuela se practican diferentes ejercicios encaminados a aumentar la suerte y  a hacer que cualquier persona piense y se comporte como si fuera un verdadero ‘suertudo’. Durante un mes, los expertos de la escuela preparan a los estudiantes para aprovechar las oportunidades, para romper las rutinas diarias, para, en definitiva, ‘cambiar el chip’ negativo por uno más positivo.

Después de estos ejercicios, más del 80% de los asistentes declara sentirse mejor y más afortunado.

Según Wieseman, ‘percibir que la suerte depende de nuestra razón, junto con una dosis de ciencia y sano escepticismo, puede ser muy, muy positivo en nuestras vidas’.

Como dijo en una ocasión el golfista Gary Player… Cuanto más entreno, más suerte tengo…

Un vídeo…



admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

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