¿Cómo funciona la resistencia psicológica al cambio?

Los resultados electorales tras las elecciones del 24M han provocado, en España, una situación diferente a todas las conocidas en las últimas décadas. La democracia se ha manifestado y el pueblo ha hablado, a través de las urnas, pidiendo a gritos un cambio.

Hay un refrán español que reza ‘más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer’. Es un dicho que manifiesta, desde la sabiduría popular, un efecto psicológico denominado ‘resistencia psicológica al cambio’.

¿En qué consiste ese efecto psicológico de resistirse al cambio?

Tiene que ver con que nuestro cerebro se siente cómodo viviendo en lo conocido, haciendo lo que hace siempre, actuando de maneras similares… Y cualquier cambio que se produzca, obliga a salir a nuestro cerebro de su zona de comodidad, a pensar de forma diferente, a hacer cosas diferentes…

Una gran parte de nuestra vida se compone de hábitos. Por tanto, cualquier situación que amenace a esos hábitos nos genera resistencias, nos hace ponernos en alerta, nos lleva a defender más nuestra zona de comodidad.

¿Qué nos provoca esa resistencia psicológica al cambio?

Fundamentalmente el miedo a lo desconocido. El miedo es la emoción humana más poderosa. El miedo nos puede dejar paralizados. O también nos puede llevar a actuar… la historia de la evolución así lo ha demostrado.

Cuando nos lleva a actuar nos hace salir de una manera instintiva de esa zona de comodidad en la que vivimos tan confortablemente.

¿Los resultados de las elecciones del pasado 24 de mayo ejemplifican lo que estamos comentando?

Efectivamente. Estamos ante una situación en la que una parte de nosotros lleva pidiendo a gritos un cambio y se han atrevido a manifestarlo.

El miedo se ha apoderado de otros, queriendo hacerles permanecer en la zona de comodidad por si acaso el cambio es peor, haciendo honor a la sabiduría popular. Y otros han actuado bajo el convencimiento razonado de su decisión meditada.

Estas elecciones han tenido una carga emocional superior a otras pasadas. Era algo que se percibía en el ambiente, en los comentarios en las redes sociales, en los medios de comunicación, en las conversaciones de bar…

Y es agradable vivir en una democracia donde las ideas, con respeto, se puedan expresar, donde cada uno de nosotros podamos opinar y ser respetados, independientemente de hacia qué lado nos inclinemos cada uno.

¿Dónde se empieza a romper esa barrera de la resistencia psicológica al cambio a nivel global?

Creo que todos estamos de acuerdo en que los movimientos del 15M producidos en Madrid marcaron un punto de inflexión en el panorama político español. Durante aquellos movimientos un grupo elevado de personas decidió salir de su zona de comodidad y comenzaron a hacer algo diferente.

El hecho de no hacerlo en soledad, sino en conjunto con un gran grupo de personas, hizo más fácil salir de esa zona de comodidad.

¿Se puede intuir cómo evolucionará toda esta situación que estamos viviendo desde un punto de vista psicológico?

Si, en ocasiones, nos sorprendemos a nosotros mismos con nuestras reacciones ante determinadas situaciones de nuestra vida, es mucho más complejo intuir cómo va a evolucionar una situación social, que engloba a multitud de personas.

Lo que sí suele ocurrir es que los cambios, aunque convulsos cuando están ocurriendo, suelen ser para mejor. Los cambios generan ciertas crisis. Y ver las crisis como oportunidades nos ayuda a evolucionar.

Los cambios, en ocasiones, son necesarios o, incluso, imprescindibles… Ocurre en nuestra vida personal… al principio asustan, pero después aprendemos a navegar en ellos y, en muchas ocasiones, nos traen cosas mejores después…

¿Cuál sería una buena manera de enfocar toda esta situación?

Una de mis máximas en la vida es que no todo es tan bueno como parece, ni todo es tan malo como te lo cuentan. En todo lo bueno, siempre hay algo malo y viceversa, en todo lo malo siempre hay algo bueno…

Si nos centramos en encontrar aquellas cosas buenas que tiene esta situación, estaremos mejor preparados para sacar lo mejor de ella que, seguro, tiene mucho que exprimir…

Me quedo con dos cosas que para mí son muy importantes…

La primera, la libertad de poder expresar pluralidad de ideas contando con el respeto de los demás.

Y la segunda, la oportunidad que nos brinda esta situación de mejorar nuestra comunicación y nuestra capacidad de negociación.