Secretos para ser ‘una familia feliz’.

La vida familiar es una montaña rusa, con sus momentos de alegría y tristeza. A las emociones particulares que podemos tener cada uno, se suma el hecho de la convivencia y de compartir tanto los buenos como los malos momentos de cada uno.

Sobre cómo alcanzar el equilibrio familiar ha investigado el psicólgo norteamericano Bruce Foile y ha llegado a una cuantas conclusiones muy interesantes para las familias.

Para que los sinsabores sean menores que las alegrías, podemos hablar de cinco secretos que ayudarán a las familias a encontrar momentos para compartir y disfrutar de la compañía mutua.

¿Las familias deben tener un objetivo compartido?

Es lo mejor. Mucho se ha hablado en los últimos años de la importancia del diálogo de los padres con los hijos y lo importante que es para mantener relaciones sanas en el seno de la familia. Y lo mismo pasa con las parejas. El diálogo es la mejor fuente de liberación de conflictos que existe.

Es bueno que cada pareja establezca y dialogue sobre sus fines comunes en la vida y como pareja. De esta manera, cuando se crea la familia y aparecen los hijos, si la pareja tiene claro hacia dónde van como familia, será muy sencillo transmitírselo a sus hijos desde bien pequeños.

Si la familia comparte con sus hijos cuáles son sus objetivos como familia, qué valores son importantes en la familia, etc., se vuelve mucho más fácil convertirse en una familia feliz.

Si los hijos ya son mayores y no se ha hecho antes, se aconseja hacerlo cuanto antes. Y, con total seguridad, se apreciarán cambios importantes en la relación entre todos los miembros de la familia.

Vivimos una etapa social en la que parece que en muchas familias los padres vayan por un lado y los hijos por otro. Y esto debemos cambiarlo si queremos que en la familia reine la felicidad. Inclusive cuando se trata de familias monoparentales. Los más pequeños deben saber cuáles son los objetivos de sus progenitores. Y la única forma que hay para conseguirlo es a través del diálogo.

Y al igual que es importante compartir acerca de las metas familiares que proponen los padres, también es importante, a medida que los pequeños van creciendo, que sus metas individuales también se condensen con las de sus progenitores y hermanos.

¿La historia familiar es importante?

Cuanto más y mejor se conozca la historia familiar, mejor autoestima tendrán los pequeños, así como mayor realización personal.

Según resultados de la investigación llevada a cabo por Foile, el factor que más afecta al bienestar emocional de los niños son las conversaciones con sus padres acerca de la familia. Y no se trata sólo de las anécdotas que todos los miembros cuentan porque son graciosas, sino de sentimientos más profundos, de los problemas que, como familia y en el pasado, tuvieron que afrontar y la forma en cómo los resolvieron. Y, además, esta última parte parece clave porque ofrece modelos de conducta diferentes a los más pequeños.

Supongo que a todos nos ha pasado alguna vez (al menos a mí si), que cuando existe alguna historia oscura en la familia se intenta tapar y olvidar… Pues parece que es mejor hablar sobre ella…

¿Reunirse periódicamente es también positivo?

Parece que sí. Y tiene sentido por aquello de que ‘el roce hace el cariño’. Es importante para una familia comentar acerca de lo que ha ido bien en los últimos días, si ha habido dificultades y cómo se han superado o, si todavía no lo han hecho, brindar el apoyo adecuado.

E, incluso, comentar los retos que se quieren alcanzar en los próximos días. Aunque puedan ser cosas nimias, pequeñeces… el compartirlo periódicamente con la familia mejora las relaciones entre sus miembros y el bienestar conjunto de todos.

¿Y cuándo aparecen los problemas?

Tengamos claro que las riñas cotidianas son inevitables. Sobre todo si hay hermanos en la familia…

Ante cualquier conflicto o problema que pueda surgir, lo importante es mantenerse lo más neutral posible. Si se trata de una pelea entre los hermanos, será bueno hablar con cada uno de ellos por separado para que la ira se mitigue. Y lo interesante es pedirles alternativas a cada uno de ellos para solucionar el problema para después, desde la tranquilidad, plantearlas y llegar a un consenso por parte de los dos.

¿Y durante el día a día cuándo es bueno juntarse?

La cena es un buen momento para disfrutar de la compañía de todos. Varias investigaciones sobre niños y familia llegan a la conclusión de que cenar en familia influencia la personalidad de los niños.

En el momento de la cena se abre un espacio para comentar cosas del día y poner puntos en común, lo que permite mantener una trayectoria conjunta de toda la familia.

¿Cuáles son los beneficios de una familia feliz?

Múltiples y variados porque ser parte de una familia feliz aporta salud, longevidad, felicidad, productividad y éxitos a la persona.

¿Y todo esto lo puede hacer cualquier familia?

Cualquier familia, independientemente del nivel cultural o el poder adquisitivo, puede hacer que todo vaya mejor dentro de su hogar.

El mayor esfuerzo lo constituye el cambio de hábitos. Nuestra resistencia psicológica al cambio nos obliga a trabajar duramente en aquello que queremos modificar en nuestra vida.

Yo tengo una máxima… ‘Los cambios nunca son fáciles, pero siempre son posibles.’