BLOG

09 Nov 2016
La presión social por ser feliz

La presión social por ser feliz.

Mira que me gusta la felicidad, pero entiendo lo que algunos dicen acerca de lo presionados que se sienten para ser felices. Preparando este post, he tecleado en Google el concepto ‘qué hace feliz a una persona’ y me han aparecido 22 M de resultados.

Pero la cuestión no se queda ahí. Mirando en noticias al respecto de este concepto, me doy cuenta de que, aunque aparecen muchos menos resultados (320.000), la felicidad aparece asociada con casi cualquier cosa.

La presión social por ser feliz

¿Qué temáticas aparecen relacionadas con la felicidad?

Temáticas como:

  • Tomar mate hace felices a las personas.
  • Parece ser que por los componentes que contiene…
  • Una plataforma tecnológica para que seas más feliz trabajando en un call center.
  • La tecnología al servicio de la felicidad de las personas… ¿será verdad?
  • La felicidad que siente Ronaldo al ser renovado por el Real Madrid.
  • Una cuestión muy instructiva para el resto del mundo.
  • Lo feliz que es Jennifer Aniston sin hijos.
  • Tan instructiva como la anterior…
  • Numerosos artículos sobre la felicidad en la empresa.
  • Un tema altamente controvertido.
  • Lo que hace más feliz a la gente es la autonomía.
  • Y evitar conflictos, amar a alguien, llevarte bien con tus padres… cualquier cosa en nombre de la felicidad.
  • Filosofía del Ho’ponopono.
  • Y otras terapias para distraer la atención de la realidad…
  • Etc., etc., etc….

¿Cómo afecta a las personas esta presión social por ser feliz?

Es cierto que vivimos en una época en que si no eres feliz todo el tiempo, pareces tonto. Y esto puede llevar a mucho autoengaño y a mucha confusión.

Los mensajes permanentes hacia cómo ser más optimista, cómo pensar todo el tiempo en positivo o cómo ser más feliz en 10 pasos, pueden crear en las personas un concepto erróneo de la felicidad.

En mi opinión, para saber qué es estar feliz, hay que pasar por momentos no tan felices. O hay que aprender a gestionar las emociones que te están limitando. O hay que analizar qué es lo que realmente te hace feliz o qué no te conduce a la felicidad.

Y esa preocupación permanente por ser feliz, puede ser contraproducente para llegar a alcanzarla.

Podríamos comenzar por preguntarnos… ¿qué es la felicidad para cada uno de nosotros?

Cada persona va a tener su propia definición de la felicidad, que estará alineada con aquello que le hace disfrutar en la vida o con su propósito de vida.

Lo que sí es cierto es que llegar a conseguir el propósito de una vida, no siempre supone un camino fácil. Hay que superar barreras y obstáculos para llegar al final del camino. Y, precisamente, aprender a gestionar adecuadamente las emociones negativas que te provocan los obstáculos, aprender de los errores para no volver a cometer los mismos, sí que te acerca más y más a la felicidad.

Pero no porque busques cómo ser más feliz continuamente, sino porque se aprende a ampliar la famosa zona de confort y lo que conseguimos es sentirnos cómodos en más situaciones, en más circunstancias, en más momentos difíciles del camino de nuestra vida.

Para mí, por ejemplo, la felicidad tiene que ver mucho con la tranquilidad. Estar la mayor parte del tiempo tranquila, me aporta mucha felicidad. Porque estar tranquila significa que mi salud está bien, que mi familia está bien, que mi trabajo está bien, que mis amigos están bien… en definitiva, que lo que me importa está bien. Y no es que todo esté bien en todo momento, sino que todo está bien en general. Y cuando surgen obstáculos en el día a día (que surgen), me ocupo de ellos, los gestiono y todo acaba volviendo a su cauce.

Por tanto, claro que podemos conseguir ser felices durante la mayor parte del tiempo. Pero no porque sí. Esa es la presión social que, probablemente, nos aleja de la felicidad.

Podemos conseguir ser felices durante la mayor parte del tiempo a base de conocernos cada vez mejor y a base de trabajar por conseguir en nuestras vidas aquello que queremos para nosotros. Únicamente por el hecho de pensar en positivo, de sonreír a la vida permanentemente, de ver todo con los prismáticos de la felicidad… sólo por eso, no vamos a alcanzar la felicidad. Ahora si nos lo trabajamos, todos podemos ser felices.

Una historia de felicidad verdadera…

Entre todas esas entradas al buscar sobre ‘qué hace felices a las personas’ he encontrado una que me ha llamado la atención especialmente…

Se trata de la historia de Damián Pereira Vilas, un bedel de la Diputación de Pontevedra que está empeñado en hacer felices a los demás. Y, curiosamente, al hacer felices a los demás, él se siente más feliz.

El artículo trata de cómo su infancia no fue, ni de lejos, la infancia más feliz del mundo. Y trata también de cómo ha aprovechado las oportunidades que le ha brindado la vida para superarse a sí mismo y convertirse en una persona más feliz.

Se trata de una de esas historias que merece la pena leer y que os dejo aquí para que podáis disfrutarla.

 

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

Escribe tu comentario