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10 Feb 2016
Aprendizaje y emoción - Google Images

La influencia de las emociones en el aprendizaje.

¿Por qué recordamos unas cosas y otras nos cuesta más regresar a ellas? ¿Por qué recordamos mejor a unos profesores que a otros? ¿Cuáles son los conocimientos que permanecen con nosotros a lo largo de nuestra vida? La neurociencia ya es capaz de darnos respuestas a estas cuestiones sobre el aprendizaje.

¿Qué aspecto es el que más influye para que aprendamos mejor?

La neurociencia ya ha demostrado que las emociones ejercen una gran influencia sobre el aprendizaje. Las emociones tienen un rol fundamental a la hora de lograr que los alumnos logren afianzar los conocimientos en su memoria.

Aprendizaje y emoción - Google Images

Y es que para que un recuerdo se consolide en nuestra memoria, necesita algo fundamental: estar asociado a una emoción.

La emocionalidad es la principal responsable de que, de todo el conocimiento adquirido a lo largo de nuestra vida, sólo perduren algunas cosas en nuestro cerebro con el paso del tiempo.

Los aprendizajes que se encuentran asociados a sentimientos, ya sean positivos (como la alegría o el orgullo) o negativos (como el miedo o la tristeza), son los que permanecen a lo largo del tiempo en nuestra memoria.

¿Cómo funciona la memoria?

Tenemos tres tipos de memoria.

La memoria a corto plazo es la que utilizamos para retener en nuestra mente una pequeña cantidad de información. La utilizamos cuando queremos recordar un teléfono, una dirección o algún nombre que hemos visto en ese momento.

La memoria operativa o de trabajo es la que nos permite extraer datos de la memoria del largo plazo para resolver una tarea en el presente. También es la encargada de definir qué aprendizajes envía al largo plazo o al olvido.

La memoria a largo plazo almacena todos aquellos aprendizajes que permanecerán por mucho tiempo o por siempre con nosotros. Por ejemplo montar en bicicleta se almacena en la memoria a largo plazo. Aunque llevemos tiempo sin montar, el solo hecho de pedalear unos metros, será suficiente para recordar este hábito.

¿Qué podemos hacer para aprender mejor?

Ir a estudiar a ambientes motivadores nos predispondrá de mejor forma a estudiar, además de que esos conocimientos perdurarán durante mucho más tiempo en nuestra memoria.

Asociar la educación al bienestar y a la felicidad es fundamental. Los ámbitos educativos deben caracterizarse por mostrar día a día alegría y risas. Reír es una de las mejores formas de promover la interacción positiva de unos con otros, puesto que es un lenguaje universal que fortalece los lazos afectivos, además de tener muchísimas ventajas para el organismo.

¿Qué pasa cuando un ambiente de aprendizaje es hostil, agresivo o estresante?

Dificultarán nuestra concentración y gran parte de la información dada en el aula desaparecerá por completo de nuestro recuerdo.Un entorno de estas características se convertirá más un lugar de olvido, no sólo por esa dificultad para la concentración, sino también porque el estrés afecta negativamente a la comunicación entre las neuronas, especialmente durante los procesos de aprendizaje.

¿Qué le aportan estos conocimientos al sistema educativo, a la forma de enseñar?

Estos avances de la neurociencia dan pistas muy interesantes para crear ambientes educativos emocionalmente positivos y entornos de colaboración, porque estas iniciativas ayudarán a los alumnos a recordar más cosas y , además, fomentará un proceso de enseñanza asociado a la alegría y la felicidad.

Hacer sentir partícipes activos a los alumnos en las clases mejora el aprendizaje. Todos tenemos una gran capacidad para enseñar porque somos una especie social. Utilizar esta característica en favor del aprendizaje y convertir al alumno en un elemento activo, les ayudará a recordar mejor las cosas.

Por otro lado y en función de esa participación activa, encargar a un alumno la investigación de un tema visto en clase e invitarles a desarrollar algunas preguntas sobre el tema fomentará que ellos quieran enseñar lo que saben a los demás.

Como conclusión…

La neuroeducación ayuda a regular el aprendizaje de forma emocional para evitar personas desmotivadas y sin interés.

Ayuda a mejorar el aprendizaje con herramientas que ofrezcan los contenidos de la mejor forma posible para que capten la atención del cerebro según su edad, ritmos biológicos, etc.

Si se aplican estos conocimientos que nos aporta la ciencia de manera adecuada y continuada, los profesores o formadores ayudarán a potenciar y mejorar habilidades y talentos y también a detectar déficits en los alumnos.

Y todo ello en conjunto mejorará la desmotivación general que hoy existe en el ámbito educativo.

Recordemos!! Clases divertidas y participativas que les hagan asociar emociones positivas con el conocimiento a adquirir. El secreto de siempre de los grandes profesores.

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

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