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26 Abr 2017
la fuerza y el poder de una sonrisa - Google Images

La fuerza y el poder de una sonrisa…

La sonrisa es un acto reflejo de nuestro reflejo de nuestro rostro ante una situación que nos hace gracia o nos produce ternura.

La sonrisa es, además, el pegamento social. Hace que unas personas se acerquen a otras porque se sienten a gusto cuando ven a otros sonreír.

Los niños sonríen por todo. Y, sin embargo, los adultos se vuelven más serios y dejan de sonreír por cualquier cosa.

la fuerza y el poder de una sonrisa - Google Images

¿Por qué se produce esto? ¿Es algo que podemos cambiar?

Quizá un adulto deja de soñar. Quizá un adulto piensa que la vida tiene cosas para dejar de sonreír. Quizá un adulto se tiene que poner más serio en algunos ambientes laborales. Quizá un adulto se llena de decisiones que requieren gran dosis de responsabilidad.

Y todo lo anterior le aparta de sonreír con más asiduidad.

En mi día a día me relaciono mucho con Directores Generales de empresas. Se supone que deben ser las personas más serias del mundo por la cantidad de responsabilidades que pesan sobre ellos. Lo de las responsabilidades es verdad. Pero me encanta provocar su sonrisa y potenciar que dejen de ser las personas más serias del mundo. Y parece que les funciona, a juzgar por sus propias palabras.

La rigurosidad y el trabajo bien hecho no está reñido con sonreír. De hecho, tengo contrastado desde la observación y la experiencia, que las empresas donde la gente más se ríe son empresas más productivas y más rentables. Empresas en las que se trabaja con rigurosidad profesional y empresas en las que se vive con la relajación que provocan momentos repletos de sonrisas.

Tipos de sonrisas…

Además de las sonrisas verdaderas y las sonrisas forzadas existe una diferencia fundamental entre cómo se sonríe en occidente y cómo se sonríe en oriente.

Los occidentales sonreímos más con la boca y los orientales sonríen más con la mirada, según un estudio realizado con emoticonos en las diferentes culturas.

¿Y si eres de los que viven con el ceño fruncido?

Es cierto que hay mucha gente que va por la vida con el ceño fruncido… Parece que viven en el cabreo eterno… que la vida no puede ser un motivo para sonreír…

Estas personas introducen menos endorfinas en su cuerpo. Menos endorfinas y más cortisol (la hormona del estrés). Y el cortisol puede provocar enfermedades. Aumenta la tensión, impide que el oxígeno se reparta bien a través del torrente sanguíneo. Y se les respeta menos. Un eterno cabreado no se suele ganar ni el aprecio, ni el respeto de los demás.

Por tanto ir con el ceño fruncido por la vida no aporta más que sinsabores y alejamiento de los demás.

Si sonreímos a esos que van con el ceño fruncido eternamente, observaremos cómo les resulta más difícil mantener el ceño fruncido cuando les estamos sonriendo.

Y, por el contrario… ¿qué provoca una sonrisa?

La sonrisa provoca cercanía y complicidad con el otro y hace que los pensamientos negativos se queden a un lado.

Cuando sonreímos al que tenemos al lado, solemos recibir de vuelta otra sonrisa. La sonrisa provoca cercanía y rompe barreras. Porque es muy difícil enfadarse con alguien que te está sonriendo de verdad.

Es cierto que existe la burla, pero uno siempre nota cuando la sonrisa que está viendo en el otro rostro es sincera o es por compromiso.

Sonreír nos puede abrir de par en par puertas en diferentes ámbitos laborales:

  • A la hora de hacer entrevistas de trabajo si estás en período de búsqueda de empleo.
  • Para mejorar el clima en tu entorno de trabajo, si se ha enturbiado un poco.
  • Para disfrutar más en familia o con los amigos.
  • Para conseguir cerrar más ventas, más proyectos si trabajas por tu cuenta o eres comercial en una empresa.
  • Para mejorar la relación con tus hijos o con tus alumnos.

Y, por supuesto, la sonrisa sirve mucho para alegrarte el día…

Yo, que estoy un poco loca y me tomo la vida, en ocasiones, un poco a broma, alguna mañana, al salir a la calle para ir a trabajar, he decidido mirar a los ojos a la gente con la que me iba cruzando, deseándoles los buenos días y regalándoles una sonrisa. La reacción de la gente, sólo puedo decir que es espectacular. Nadie se espera recibir una sonrisa sincera de la persona con la que se cruzan por la calle y, por supuesto, te devuelven una sonrisa. Con sorpresa, sí, pero una bonita sonrisa…

Ese simple gesto, te anima una mañana. ¡Comprobado! Y es tan sencillo que todo el mundo puede hacerlo para comprobar cuál es la fuerza y el poder de una sonrisa.

Regalar sonrisas es una de las cosas más gratificantes que puede realizar un ser humano.

¡Os animo a todos a ir por la vida regalando sonrisas!

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

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