Equilibrados todo el año… ¿cómo conseguirlo?

Vivimos en una época rápida, intensa, loca… Todos los días pasan infinidad de cosas en nuestra vida y en el mundo en general. Tenemos acceso a cantidades ingentes de información. Estamos sobre-estimulados. Y mantener el equilibrio en estas circunstancias puede tornarse complicado.

Ahora que estamos al inicio de un nuevo año, uno de nuestros retos puede ser buscar ese equilibrio y hacerlo permanecer durante todo el año.

¿Qué nos reporta el equilibrio?

Tanto en la parte personal, como en la parte profesional, mantener equilibrio en nuestra vida nos aporta una mayor eficiencia.

Todos los seres humanos buscamos el equilibrio porque sentimos que es esa sensación de paz y armonía en nuestras vidas que nos garantiza, sobre todo, estabilidad y felicidad.

¿De dónde parte el equilibrio de una persona?

La sensación de equilibrio parte de sentirnos plenos en diferentes esferas de nuestra vida, como son la esfera personal, la familiar, la profesional, la de pareja y la esfera social.

Cuando sentimos que todas esas esferas están equilibradas, nuestra vida fluye y nos sentimos plenos y felices.

Ciertamente, conseguir que todas las esferas a la vez estén equilibradas no es tarea fácil. Para conseguirlo es necesario una gran dosis de reflexión y autoconocimiento para definir qué queremos para cada una de esas esferas de nuestra vida. Acostumbrarnos a definir lo que queremos para cada esfera nos pone en el inicio del camino para conseguirlo.

Sin embargo, muchas personas piensan que ese equilibrio es un privilegio sólo de unos pocos, sin darse cuenta de la claridad, la perseverancia y la paciencia utilizadas para conseguir esos estados de tranquilidad y plenitud, en sus momentos álgidos, en cada una de esas esferas.

¿Qué más elementos nos pueden ayudar a mejorar y mantener nuestro equilibrio?

Para alcanzar una vida equilibrada es muy importante también el desarrollo la Inteligencia Emocional. Si tenemos en cuenta que la Inteligencia Emocional es la capacidad que tenemos las personas para gestionar las emociones propias y ajenas generando resultados positivos, profundizar en el conocimiento propio de cómo sentimos es fundamental para desarrollarla.

Cuanto más acostumbrados estemos a relacionarnos con nuestras emociones, más facilidad tendremos para relajarlas cuando se disparen, para equilibrarlas, lo que nos conducirá a un mayor equilibrio interior. Y también tendremos mayor facilidad para comprender a los demás y relajar sus emociones cuando se disparen, desde nuestro propio equilibrio.

Probablemente, las emociones es una de las características humanas que más nos desequilibra. Cuando nos desbordamos y/o reaccionamos de manera impulsiva, nuestras emociones se desbocan y reconducirlas es una tarea compleja.

Justamente por este motivo es por el que trabajar en el desarrollo de nuestra Inteligencia Emocional nos permitirá equilibrar mejor todas las esferas de nuestra vida.

A través del cine también se busca ese equilibrio…

En las últimas semanas, he tenido la oportunidad de ver la película ‘Inside Out’.

Es muy curioso cómo explican magistralmente a los niños algo tan complejo como es el funcionamiento de nuestro cerebro y cómo se representan en la película las emociones, sobre todo, de la niña protagonista.

En la película se puede observar cómo alegría, tristeza, miedo, ira, sorpresa y asco se pelean y tiran cada uno para su lado. Si alguno de ellos falta, como se produce en parte de la película, el desequilibrio está servido.

La niña sólo se siente feliz cuando los personajes que representan sus emociones básicas están totalmente equilibrados.

¿Qué hacer para no abandonar ese equilibrio durante el resto del año?

Tres cosas…

Considero que algo muy positivo para potenciar y mantener ese equilibrio tan saludable es vivir el momento presente, en el sentido de experimentar cada sensación de cada instante y resolver sobre la marcha aquello que se deba resolver para no acumularlo y provocar que explote en el momento más inesperado e inoportuno y evitar que nos provoque el desequilibrio del que queremos alejarnos.

Y, recogiendo aspectos citados anteriormente, ayudará a mantener ese equilibrio el ser perseverantes en conocernos cada vez mejor para podernos gestionar adecuadamente en cada momento y en cada circunstancia de nuestra vida.

Por último, tener presente la sensación de paz, tranquilidad, armonía, plenitud y felicidad que nos provoca tener todas las esferas de nuestra vida en equilibrio.