BLOG

18 Feb 2015
Intuición - Google Images

El poder de la intuición

Muchas veces hacemos cosas movidos por una especie de fuerza interior… Esa fuerza interior se llama ‘intuición’. ¿Podemos analizar cómo se comporta y para qué nos sirve?

¿Cómo se produce la intuición?

La intuición es una percepción que viene de nuestro interior y la neurociencia nos ayuda a explicar cómo se produce, a comprender su importancia y el estado mental que aumenta la probabilidad de que aparezca.

Intuición - Google Images

El cerebro humano es un extraordinario sistema de procesamiento de la información que realiza billones de cálculos por segundo. Almacena una gran cantidad de información que proviene de la acumulación de las experiencias vividas.

En palabras del sociólogo Malcolm Gladwell,

“La intuición es una capacidad rápida de cognición, propia del cerebro, que permite formarnos juicios instantáneos”.

Esos ‘presentimientos’ frente a una situación particular, provienen de complejos procesos mentales.

¿Para qué es útil la intuición?

Sobre todo para tomar decisiones. Pequeñas decisiones de cada día y grandes decisiones que nos pueden cambiar la vida.

Investigadores expertos en neurociencia integrativa (Mariano Sigman y Diego Fernández Slezak) concluyen de sus investigaciones que el uso de la intuición permite ahorrar tiempo y es efectiva para encontrar soluciones a nuestros problemas. Y es que, parece ser, que una vez despejado un dilema, se le puede dar espacio a la mente para seguir solita adelante.

El profesor Marius Usher de la Universidad de Tel Aviv, ha desarrollado una investigación para derribar el mito de que la razón es la que acierta y ha comprobado que las sensaciones intuitivas son acertadas en un 90% de los casos estudiados.

Gladwell, en uno de sus libros afirma que los pálpitos se relacionan con las experiencias que hemos almacenado, incluyendo recuerdos y aspectos de nuestra personalidad, como un recurso muy valioso.

La intuición… ¿tiene una cara cruz?

Ciertamente. Es lo que se denomina el poder negativo de una primera impresión.

Esta cara cruz es, justamente, lo que comentábamos el otro día acerca de los prejuicios. Una persona cambia de aspecto y cambia radicalmente su vida porque los demás le ven de una manera diferente y emiten otro tipo de prejuicios sobre él.

De hecho, Gladwell escribió uno de sus libros motivado por esto. En una ocasión decidió dejarse el pelo largo y en poco tiempo comenzaron a ponerle multas, le revisaban con más frecuencia en los aeropuertos e, incluso, llegaron a detenerle por confundirle con un delincuente (al que realmente se parecía muy poco). Estos hechos le llevaron a pensar en cómo la gente prejuzga a los demás.

¿Y la intuición tiene que ver con las ‘corazonadas’?

Digamos que la ‘corazonada’ es el momento álgido de la intuición. Otros los llaman momentos ‘Eureka’.

Es cuando se produce la alineación perfecta de esa unión de nuestras neuronas que provienen de nuestros recuerdos, nuestro conocimiento acumulado, nuestras experiencias vividas, nuestros rasgos propios de personalidad y todo lo que conformamos como personas.

Son nuestros procesos inconscientes trabajando a toda velocidad en nuestro cerebro que llegan a producir esa alineación que nos provoca hasta una sensación corporal. Es como una especie de comprensión total de todo.

¿Cómo potenciar la intuición?

  • Con silencio y tranquilidad.
    La intuición combina recuerdos y esos recuerdos no cuentan con neuronas que se dediquen a mantenerlos unidos.
    Cosas tan simples como decidir qué comer implica a millones de neuronas conectándose y unificar recuerdos implica tan sólo a unas decenas de miles. Es normal que para provocar esas uniones de nuestros recuerdos, la tranquilidad y el silencio ayuden a nuestro sistema neurológico. Es en esos momentos cuando se producen los llamados momentos ‘Eureka’.
  • Mirada interior.
    Tenemos mucha facilidad para mirar hacia el exterior y concentrarnos por ejemplo en leer un libro o admirar un paisaje.
    En lo que no somos tan duchos es en concentrarnos en algo que está dentro de nuestra mente y eso es lo que más ayuda a que la intuición se desarrolle.
  • Ser razonablemente feliz.
    Ser feliz favorece el desarrollo de la intuición frente a los estados de ansiedad. Y es que cuando estamos felices tenemos más capacidad para percibir un abanico más amplio de informaciones que cuando estamos ansiosos.
  • No esforzarse.
    Si nos esforzamos por desarrollar nuestra intuición o tener momentos ‘Eureka’, lo más probable es que no suceda porque el propio esfuerzo puede llegar a generarnos estados de ansiedad. Lo mejor es dejar que ocurra, dejarlo fluir.
  • Analizar si nuestras intuiciones se corresponden con la realidad.
    Cuando tenemos una intuición y decidimos hacerle caso, hemos de analizar después si lo que intuimos se corresponde objetivamente con la realidad.
    De esta manera, aprenderemos cada vez más sobre la validez y la eficacia de nuestras intuiciones para decidir cuándo hacerles caso o no, y que no motiven en nosotros prejuicios negativos e infundados.

Como conclusión…

La intuición es una fuerza muy poderosa que tiene una base científica, desde la neurología, muy sólida a día de hoy.

Yo invito a la gente a que la potencie y tome consciencia de su fuerza y su poder…

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

Escribe tu comentario