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11 Mar 2015
economía de la atención - Google Images

Economía de la atención: un fenómeno provocado por la gran cantidad de información.

Vivimos en una sociedad en la que manejamos diariamente una gran cantidad de datos. ¿Cómo podemos manejarlos? ¿Para qué nos sirve tanta cantidad de información?

Vayamos por partes… ¿Qué es esto de la economía de la atención?

Es un concepto que fue acuñado en 1971 por el Premio Nobel de Economía Herbert Simon, a partir de unas investigaciones que desarrolló y que trataban sobre el impacto que provocaba la sobrecarga de información en las economías desarrolladas.

En sus propias palabras… ‘lo que la información consume es bastante obvio: la atención de sus receptores. De esto se deduce que una riqueza de información crea una pobreza de atención’.

economía de la atención - Google Images

Es decir, a mayor volumen de información, menor tiempo para concentrarse en cada cosa. De ahí lo de la economía de la atención.

Y, aunque este concepto se comienza a desarrollara a principios de los setenta, en los momentos actuales tiene una vigencia aún mayor que en el pasado.

¿De dónde proviene la mayor cantidad de información?

Naturalmente de Internet. Google y las redes sociales manejan una cantidad de datos antes nunca imaginada. La red es como una especie de organismo gigante que engulle cantidades ingentes de información creada por nosotros, los usuarios.

El director ejecutivo de Google ya decía en 2011 que la cantidad de información que la Humanidad había creado hasta el año 2003 se generaba en ese año, en el 2011, en tan sólo dos días. Y, el volumen de la información que generamos diariamente, sobrepasa los 150 Gb por minuto. Son cantidades que, realmente, marean.

Google, redes sociales, libros, revistas, periódicos, televisión, whatsapp, instagram y un largo etcétera… Estamos absolutamente bombardeados por la información y debemos aprender a convivir con ello.

En este marco de sobreinformación, ¿qué le ocurre a nuestra atención?

El otro día escuché un dato que me hizo reflexionar: el nivel de atención de la sociedad actual no sobrepasa los ocho segundos centrados en una misma cosa.

Para vosotros que sois periodistas, será fácil comprender que una crónica que se diga en unos 20 segundos son, aproximadamente, unas 10 líneas de texto. Esto quiere decir que se mantiene la concentración durante sólo 3 líneas de texto. Así, estudiar o leer un libro se puede convertir en una eternidad.

Nos hemos inventado el término ‘multitarea’ para definir la falta de concentración sobre una misma tarea. Sin embargo, bajo este concepto enmascaramos la supuesta capacidad para hacer diferentes cosas a la vez.

Las nuevas generaciones parecen ser capaces de prestar atención, de manera simultánea, a varias cosas: estudiar, escuchar música, mirar el correo o escribir un whatsapp.

Lo que ha aumentado es nuestra rapidez para cambiar de una tarea a otra, mientras nuestra capacidad de atender sigue siendo la misma en términos neurológicos.

Por lo anterior, la multitarea se convierte en una trampa, porque al cambiar de tarea (aunque sea sólo por un momento para, por ejemplo, leer un whatsapp) se pierde cerca de un 50% de la información que se estaba manejando en la tarea interrumpida y, cuando volvemos a esa tarea interrumpida, debemos volver hacia atrás para retomarla. Es como si nos pasáramos el tiempo haciendo y deshaciendo un jersey. Y esto nos resta eficacia y efectividad.

¿Cómo afecta esta economía de la atención a nuestra vida?

Pues prácticamente en todo:

  • En la efectividad en nuestro trabajo.
  • En la efectividad de nuestros estudios.
  • En la rentabilidad de las empresas.
  • En disponer de menos tiempo libre.
  • En la atención a nuestras relaciones.

La falta de atención influye en todas nuestras tareas diarias, sean profesionales o de ocio.

¿Cómo podemos aumentar nuestra capacidad de atención?

En primer lugar, debemos tomar consciencia de que cuando nos concentramos en una sola cosa, la hacemos mejor y más rápido.

Esta toma de consciencia nos permitirá cambiar algunos hábitos inadecuados y dividir nuestro tiempo para dedicar una parcela de él a hacer solamente una cosa. Si decidimos realizar este cambio, percibiremos muy rápidamente cómo mejora nuestra eficacia sobre la tarea que queremos realizar.

Otro recurso para mejorar nuestra atención es la meditación o el mindfullnes porque ejercita el músculo de la concentración. Al focalizar sobre algo concreto, estamos fortaleciendo nuestra capacidad para concentrarnos y, por tanto, mejorando nuestro nivel de atención.

Hay otro recurso curioso que comenta Daniel Goleman en su nuevo libro, Focus, acerca de los beneficios de los videojuegos porque mantienen la mente concentrada en una sola cosa que es jugar. Bien utilizado, puede resultar útil para la educación.

En este libro, que recomiendo, Goleman propone desarrollar la atención para alcanzar la excelencia. Esto quiere decir que una persona que sea capaz de concentrarse en una tarea y desarrollarla sin interrupciones, será una persona con un mayor nivel de excelencia en su vida, será una persona más eficaz, más eficiente y con una productividad más elevada que aquellos que presuman de la multitarea como una habilidad desarrollada.

Como conclusión…

La sociedad actual tiene un reto por delante tanto para el individuo, como para las familias y los centros educativos: aprender a elegir la información que consumimos y reaprender a concentrarnos y a mantener nuestra atención. Los resultados que obtendremos pueden ser asombrosos.

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

Un comentario

  1. […] semana pasada hablábamos sobre la economía de la atención en el sentido de cómo el recientemente aparecido concepto de la ‘multitarea’ provocaba que […]

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